Reflexiones de un Aprendiz es un blog dedicado a compartir mi experiencia como estudiante de la Cátedra de Cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá bajo la tutela del Dr. Gerardo Victoria.
Desde que tengo memoria, mi sueño ha sido estudiar medicina para devenir como mi pediatra, la Dra. Betzabé Cardenas. Su cálida forma de tratar a los pacientes, la belleza de todos los conocimientos y destrezas que ha obtenido a lo largo de su carrera y su perseverancia, motivaron el amor que siento hacia esta profesión.
En el año 2012 inician mis estudios para ingresar a la mejor facultad de medicina de mi país, Panamá. Presenté mi examen de admisión en el mes de Noviembre 2012 y para Enero 2013 ya tenía mis resultados: lo había logrado, oficialmente me había convertido en estudiante de medicina. Durante mis años de estudio, he aprendido innumerables enseñanzas, tanto académicas como de vida. Lo más importante es que me he permitido ser yo misma; he dejado la competición y las comparaciones. Al compararte, imitas e imitar significa perderse la oportunidad de ser uno mismo. Ser único constituye una cualidad normal de todo ser, es algo tan natural como respirar. Ahora disfruto de quién soy, me deleito en los momentos que tengo a mi disposición y agradezco la oportunidad de estar aquí y ahora. No ha sido sencillo pero, si tuviera que elegir nuevamente, volvería a medicina.
La especialidad de Cirugía es una actividad intervencionista basada en el conocimiento, gobernada por el razonamiento y ejecutada con compasión y perfeccionismo. Con esto en mente, resulta imprescindible que exista un flujo natural entre el médico, el escalpelo y el paciente. Como futuro profesional de la salud, uno de mis proyectos personales recientes ha sido desarrollar autoestima: autoconcepto, autoimagen, autorrefuerzo y autoeficacia. Lo cual a su vez, está asociado con la inteligencia emocional, un tema que no se aborda lo suficiente en medicina.
La inteligencia emocional está compuesta por habilidades emocionales, definidas como las capacidades y disposiciones para crear voluntariamente un estado de ánimo o sentimiento a partir de las ideas que tenemos sobre lo que ocurre. De ahí que es necesario aprender a atribuir significados emocionalmente deseables a los acontecimientos que tienen lugar en las relaciones que establecemos con los demás. De este modo, conociendo qué pensamientos y comportamientos provocan nuestros estados de ánimo, podemos manejarlos mejor para solucionar los problemas que ellos generan.
Medicina es una profesión donde los médicos están en contacto con pacientes, con pares y colegas. De manera que incorporar la inteligencia emocional, es adquirir una competencia social clave que permite relacionarse al médico con él mismo y con los demás, se dice que desde la praxis cotidiana, una actuación inteligente consiste en saber identificar bien el origen y la naturaleza de las emociones en nosotros mismos para poder controlarlas de manera lexiva, estableciendo relaciones adecuadas entre los pensamientos, las emociones, el comportamiento, como una forma de orientar la vida de manera inteligente.